Al reflexionar sobre la revolución de la tecnología de la información en los negocios, me vienen a la mente ejemplos como el de Uber, la empresa de movilidad más grande del mundo, que no posee vehículos propios. Otro caso es YouTube, la plataforma con la mayor cantidad de vídeos, que no produce contenido propio. Facebook, por su parte, alberga la mayor cantidad de contenido digital generado por usuarios, pero no crea ninguno de esos contenidos.
Para ilustrar mejor el impacto de la tecnología, consideremos un caso en el sector agrícola: un productor de maíz en una manzana de terreno puede generar un ingreso anual de aproximadamente Q.6,084. Sin embargo, si este productor utilizara información para identificar productos de exportación con alta demanda, podría dedicar media manzana al cultivo de ejote francés o arveja para exportación, y la otra media al maíz, aumentando su ingreso anual a alrededor de Q.37,000. Este ejemplo muestra cómo la información y el software pueden transformar la productividad en cualquier sector.
En el ámbito del software, la demanda ha crecido exponencialmente. Un ingeniero en sistemas especializado en desarrollo de software puede generar exportaciones por un valor de Q.280,000 al año. ¿Por qué se ha producido este cambio y este aumento en la demanda? La respuesta radica en que el software está impulsando el próximo nivel de productividad en las empresas. En cada industria en la que se implementa, el software permite a las empresas tomar mejores decisiones, optimizar procesos, explorar nuevas formas de hacer negocios y mejorar la experiencia del cliente con sus productos y servicios. Un ejemplo interesante es la industria del calzado. Hoy en día, existen tenis con chips que se sincronizan con el teléfono móvil, permitiendo medir la cantidad de pasos, la velocidad y la distancia recorrida, entre otros datos. Todo esto es posible gracias al software.
Si un empresario guatemalteco del sector del calzado no está considerando el uso de tecnología de la información en su negocio, en unos años le será difícil competir a nivel global. Esto le obligará a vender sus productos a precios muy bajos debido a la falta de elementos diferenciadores. La próxima generación de trabajadores ocupará empleos que hoy no existen, muchos de ellos creados gracias al software. ¿Cómo debe prepararse Guatemala para aprovechar esta ola de crecimiento?
En 2016, Agexport presentó al Ministerio de Economía una hoja de ruta de alto impacto para acelerar el crecimiento del sector de tecnologías de la información, software y contenido digital. Esta hoja de ruta delineaba cómo el país podría generar al menos 31,489 empleos en el sector para 2024. Esto podría lograrse si tres sectores clave del país colaboran: la academia, la empresa privada y el gobierno.
La academia tiene la responsabilidad de formar a los estudiantes con conocimientos de clase mundial en tecnología y software. Las empresas, por su parte, deben enfocarse en atraer nuevas oportunidades a través de servicios y exportaciones. Finalmente, el gobierno, en su rol de facilitador, debe invertir en programas de educación, facilitar el comercio y establecer políticas públicas favorables. Con acciones conjuntas de estos sectores, se busca diferenciar a Guatemala en el mercado global y convertirla en un país exportador de primer nivel.